02.

AVIACIÓN

Bombardeos

La irrupción del fascismo en Italia y un importante rearme alemán, tras la llegada de Hitler al poder, plantearon la posibilidad de un conflicto a escala europea y la necesidad de desarrollar aeronaves que otorgaran la superioridad aérea. Este escenario, junto a la teoría del poder aéreo de Douhet, Wever y Mitchell, impulsó el progreso en la aeronáutica, la cual experimentó avances tecnológicos revolucionarios que transformaron la industria y la aviación militar gracias al surgimiento de aviones más rápidos, eficientes y capaces, que incorporaban grandes innovaciones en diseño, materiales y motorización.

La Guerra Civil sirvió como campo de pruebas para muchas de estas novedades y los dos bandos, republicano y franquista, contaron con el apoyo de potencias extranjeras que proporcionaron aviones modernos y pilotos experimentados. También se ensayaron nuevas estrategias y tácticas de combate —como el bombardeo en picado utilizado por la Legión Cóndor alemana—, que dieron forma al futuro de la aviación militar en todo el mundo y facilitaron que el personal militar obtuviera experiencia en combate.

La aviación emergió como una herramienta capaz de redefinir la estrategia militar y el panorama bélico al brindar una perspectiva única sobre el campo de batalla. Las fuerzas aéreas resultaron esenciales, tanto para tareas de reconocimiento y apoyo a las tropas en tierra, como para hostigar al enemigo con bombardeos sobre sus ciudades, puertos, etc. Además, su capacidad para transportar suministros y refuerzos rápidamente a áreas clave, aumentó la movilidad y la eficiencia de las fuerzas combatientes.

Aviones de caza como el Messerschmitt Bf 109 alemán y el Fiat CR.32 italiano mostraron su superioridad en combate aéreo gracias a su velocidad y maniobrabilidad, y revelaron la efectividad de sus modernos diseños. Los cazas soviéticos Polikarpov también tuvieron un papel significativo. El I-15, conocido como Chato, era reconocible por sus alas en forma de gaviota, y el I-16, apodado Mosca por su agilidad y capacidad de combate, fue uno de los primeros cazas monoplano en entrar en servicio.

En cuanto a los bombarderos, destacó el uso del Junkers Ju 52, avión de transporte adaptado para misiones de bombardeo, y del Savoia Marchetti SM.79 italiano, que influyó en el desarrollo de futuros bombarderos por su velocidad y capacidad de carga.

En Madrid, Barcelona, Bilbao, Durango, Gernika, Santander, Gijón, Sagunto, Cartagena, Valencia y el resto del litoral mediterráneo se puso en práctica, de manera masiva, la teoría del poder aéreo como elemento bélico determinante y quedó patente la capacidad devastadora de la fuerza aérea y su terrible impacto en la población civil. La guerra española demostró cómo la aviación podía influir en el curso de un conflicto armado, y anticipó su papel crucial en la Segunda Guerra Mundial y en conflictos posteriores.

LA FUERZA AÉREA REPUBLICANA

Tras  el levantamiento militar liderado por Franco en 1936, el gobierno republicano reconoció la importancia estratégica del control del aire y comenzó a organizar y movilizar sus recursos aéreos. La nueva Fuerza Aérea de la República nació de la reorganización de diversas unidades aéreas preexistentes -muchas de las cuales estaban compuestas por aviones y pilotos que se habían mantenido leales al gobierno democrático- y de la necesidad de formar a nuevos pilotos -para reemplazar a los aviadores militares y civiles de preguerra y a los voluntarios extranjeros- tras la internacionalización del conflicto. 

Poco después se hizo pública la primera convocatoria de plazas para la formación de pilotos militares, cuyos aspirantes tenían que superar unos exigentes exámenes físicos y teóricos. Aquellos que lo consiguieron pasaron a formarse tanto en España como en Francia o la URSS. El gobierno republicano estableció en España escuelas de pilotos, ametralladores-bombarderos y mecánicos, en las cuales completaron su formación 441 aviadores militares. Paradójicamente, llegó un momento en el cual, con la llegada de los pilotos formados en Francia y la URSS, hubo un exceso de personal volante en relación con el número de aparatos de la aviación gubernamental.

El bando republicano mantuvo la superioridad aérea recién iniciada la guerra durante un breve periodo de tiempo, hasta que el bando nacional fue reforzado con la llegada de los aviones Junkers Ju 52 y Heinkel He-51 alemanes, y los Savoia Marchetti SM81 y Fiat CR-32 italianos. En noviembre de 1936, la URSS envió un importante cuerpo aéreo expedicionario en ayuda de la República -en el que destacaban los veloces bombarderos bimotores, Katiuskas, los cazas biplanos I-15 o Chatos y los nuevos monoplanos I-16, apodados Moscas- hecho que volvió a equilibrar las fuerzas de ambos contendientes, pero la llegada de más ayuda militar al bando sublevado consolidó su supremacía aérea.   

A pesar de la valentía y determinación de "La Gloriosa", cuyo lema era "nervio y corazón", ni la llegada de equipamiento soviético, ni la ayuda de México, ni la compra de material aéreo consiguieron paliar la falta de suministro de material bélico, que fue una de las causas fundamentales de la derrota de la República.

 

 

LA AVIACIÓN NACIONAL

La fuerza aérea franquista, conocida como Aviación Nacional, fue crucial durante la Guerra Civil y sus acciones contribuyeron a la victoria final del bando sublevado en 1939. La Legión Cóndor y la Aviación Legionaria, provenientes de Alemania e Italia, respectivamente, proporcionaron un apoyo esencial a las fuerzas franquistas y determinaron su superioridad aérea sobre la republicana al suministrarles aparatos con una tecnología aeronáutica muy avanzada.

La Legión Cóndor, enviada por Hitler, demostró su poder en suelo español ensayando nuevas estrategias de guerra que posteriormente utilizó en la II Guerra Mundial. Este contingente, compuesto por aviones, pilotos y personal militar, ejerció un papel clave en varios enfrentamientos, empleando tácticas de bombardeo que generaron gran controversia, a causa de su impacto indiscriminado en la población civil y a la destrucción de infraestructuras no militares. El bombardeo de Gernika se convirtió en un símbolo internacional de los horrores de la guerra moderna.

En respuesta a la petición de ayuda por parte de Franco, Mussolini hizo llegar a Mallorca aeronaves y pilotos que integraron la Aviazione Legionaria delle Baleari. La aviación italiana aportó su experiencia y habilidades aéreas al bando franquista, lanzando miles de acciones de ataque que asolaron el Levante peninsular. Los bombardeos sobre las ciudades de la retaguardia republicana fueron incesantes y el acoso a la marina enemiga por todo el Mediterráneo cortó vías de suministro vitales para la República.

El legado de la Legión Cóndor y la Aviación Legionaria en la Guerra Civil española transcendió el ámbito militar y sirvió como recordatorio de las consecuencias de la intervención extranjera en los conflictos internos de un país.

AVIADORES

PROYECTILES

AVIONES DE CAZA Y BOMBARDEROS

Otros capítulos

Accedir al web de:
Acceder a la web de: